buceo y oídos
LA PRESIÓN EN LOS OÍDOS
Si alguna vez has buceado o simplemente te has sumergido pocos metros, sabrás cual es la sensación al sentir la presión hidrostática en tus oídos (la presión del agua, que podemos sentir en nuestros oídos a tan solo un metro de profundidad) Conforme descendemos, de manera voluntaria vamos compensando dicha presión con el incremento de la presión del agua para evitar sentirnos incómodos.
Anatomía del oído
Todos los espacios aéreos de nuestro cuerpo, responden fácilmente al entorno subacuático siempre y cuando se compensen por la presión ambiental. Si nos centramos en la anatomía del oído, podremos explicar y entender cómo y porqué debemos compensar nuestros oídos. El oído se divide principalmente en oído externo, medio e interno. Cada uno de estos tiene una función distinta en la audición.
Qué ocurre en el buceo
Durante el descenso, cuando aumenta la presión, los buceadores debemos equilibrarla en las cavidades aéreas de senos y oído medio, a la presión hidrostática. Si hay tejidos inflamados podrían restringir el paso de aire a través de la abertura que permite este equilibrio y por tanto no permitir igualar esta presión, causando sobre nosotros los buceadores dolor y molestia. Durante el ascenso, si la expansión del aire contenido en esas cavidades no puede ser ventilado, el volumen de gas en la cavidad aumenta, provocando más dolor y malestar.
¿Cómo podemos prevenirlo?
Si ya no has podido compensar durante una inmersión anterior, entonces no deberías bucear hasta resolver el problema; ya que puede ser un indicio de algún problema preexistente (infección o alergia). Aquí te dejamos algunos consejos para tu práctica de buceo:
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